CENSURADO POR...

La película fue realizada por The Myanmar Film Colective, un colectivo de cineastas birmanos anónimos -algunos principiantes y otros consagrados- que, de forma clandestina, han rodado imágenes desde el golpe de Estado en el país, en febrero de 2021, para exponer los crímenes cometidos por los militares que ostentan el poder. 

Son historias personales filmadas en su mayoría dentro de casas, parte de ellas son actuadas e incluyen también imágenes grabadas por ciudadanos que decidieron registrar lo que sucedía y sucede en las calles del país. Esa combinación de estilos, como define el mismo colectivo, “es una forma de arte nacida de la desesperación”.

En Myanmar el mero acto ya no de filmar, si no solo de sostener una cámara, puede desencadenar la prisión e, incluso, la muerte. Y hacerlo es cada día más riesgoso, pues la Junta Militar en el poder continúa reprimiendo todas las formas de periodismo y expresión artística.

Las imagenes de este largometraje híbrido de doc-ficción fueron asimismo sacadas de contrabando a través de internet, saltando las barreras que los militares imponen pues las autoridades también limitan el acceso a la red para que nadie sepa lo que sucede en el país.