CENSURADO POR...

El estreno del documental se había programado para el 31 de enero de 2022 en Matadero, centro internacional de cultura y de creación artística del Ayuntamiento de Madrid (España) en el que S. O. González había realizado la Residencia Artística fruto de la cual surgió la producción audiovisual. E incluía un cinefórum para generar un coloquio con las personas entrevistadas en la propia película, todas ellas contratadas por Madrid Destino, la empresa gestora de Matadero y otros espacios públicos de la ciudad.

En este marco el 24 de enero comenzó la difusión del evento, con cartelería en calle y redes sociales en las que aparecía el título del documental - Madrid Destino Cultura Turismo y Negocio S.A. - y se informaba de la participación del sindicato Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en el mismo. Un día después, desde el Centro de Residencias Matadero comunicaron a González la cancelación de la presentación del documental “por un positivo en COVID-19 de la persona responsable del programa”. Y la ficha de inscripción de la actividad apareció fuera de funcionamiento con un “Error 403”.

Cuando la persona encargada de la proyección volvió a su puesto de trabajo, González intentó sin éxito coordinar con ella una nueva fecha, hasta que el 27 de enero recibió un mail en el que esa misma persona le cuestionaba el título de la película y la participación de personas sindicadas a la CNT en la misma, así como le solicitaba una reunión para hablar de los dos temas antes de cerrar cualquier otra fecha de exhibición. González asintió pero ya no obtuvo respuesta. Y solo después de la presión a Matadero desde varios medios de comunicación y redes sociales, el 1 de febrero, sin consulta ni consenso, se publicó otra vez la ficha de inscripción con una nueva fecha de proyección: el 7 de febrero. 

Con tan poco tiempo previo a la proyección, González tuvo que cancelar el cinefórum, pero sí pidió a Matadero que el título del documental y la participación de miembros de CNT en el mismo fueran incluídos en la ficha de inscripción, algo que no sucedió hasta tres días antes del evento. Desde ese día, además, ya no volvió a tener ningún tipo de respuesta y/o comunicación por parte de Residencias de Matadero, que tampoco hizo ningún tipo de difusión de la proyección. Y aunque teóricamente a través de la inscripción online el aforo se había llenado, el día de la exhibición solo la mitad de la sala estuvo ocupada y uno de sus dos parlantes no funcionó.